Música, repertorio y adolescencia.

Cuando hablamos de la adolescencia, espero que todos la entendamos como la etapa que uno esperaba encontrarse con uno mismo. Buscar una identidad y aferrarse a ella como si no hubiera el mañana. O algo así fue lo que vivimos muchos de nosotros. Dentro de esta búsqueda, la música es parte fundamental ya que nos ayuda a obtener una identidad. Recuerdo pasar horas en mi casa escuchando radio, esperando que saliera la canción del momento o la que mas llamaba la atención. Hoy es muy distinto, tenemos la música al alcance de un celular y ya nos acostumbramos a ello.

Soy un convencido que la música actual, está pensanda siempre para los adolescentes, en esta búsqueda de la identidad. Pero hay un estilo musical que no está relacionada directamente a esa etapa de la vida, más bien es un gusto muy adquirido y muy particular de escuchar y practicar. La música antigua.

Que una persona de determinada edad conozca a los exponentes del género urbano, no es algo que llame mucho la atención, independiente el gusto musical, los adolescentes saben que existe un BadBunny, una Karol G, una Anitta y un sin finde artistas. Pero también existen otros mas adentrados en el arte musical y conocen no solo a Bach, Beethoven, Mozart, sino que se manejan entre partituras de Wagner, Schubert, Monteverdi, Liszt, Tchaikovsky entre otros. Nombres que tal vez no todos escucharon a lo largo de su vida, pero si existen un montón de jóvenes y adolescentes que han hecho de estos compositores, parte importante de su día a día.

Esta reflexión viene a propósito de la gran presentación que realizó el consort de guitarras de la nueva escuela popular de artes de Viña del mar, donde sus principales integrantes son adolescentes y jóvenes que, según mi parecer, oscilan entre los 15 a 22 años. Tal vez algunos mas.

El punto es, saber cómo fue que estos jóvenes se apasionan por el estudio del instrumento, dejando atrás el guitarreo de fogatas y juntas, y enfocándose en el estudio de partituras y en los ensayos que siempre son bastante extensos. No digo que no saber de estos artistas sea algo malo o sea algo determinante para tu vida, pero si destaco la pasión de estas nuevas generaciones en poder estudiarlos y llevarlos a diferentes escenarios.

Volviendo a la presentación, recuerdo sentirme muy conmovido con la selección de repertorio. Pasando de clásicos chilenos como la Violeta y Víctor a compositores más antiguos como fue la obra de Offenbach y las variaciones sobre una obra de Tchaikovsky.

Como profe de música y director de coro estudiantil, obviamente percibí algunos nervios, notas falsas quizás o algunos vacíos que pudieron quedar entre las diferentes melodías que se escuchaban, ¿pero realmente importa destacar eso cuando tuvimos una presentación tan exitosa? . Cada obra me conmovió mas que la anterior. Supieron armarse en cada compás de la obra y sobre todo llevar la música más allá de las notas musicales. A la musicalidad.

Confieso que lo que mas me motivaba de ir a escuchar este consort, es que sabía que interpretaría «Tico Tico no Fubá», y para los entendidos, sabemos la complejidad de la obra y eso generaba muchas expectativas. No sabía como sonaría adaptado para un consort de guitarras. Fue hermoso. Siento que la expresión clásica y casi cliché de «Fue un bálsamo para mis oidos«, aplica en todo su ser.

Agradezco siempre los espacios para hacer música y sobre todo a los directores y profesores preocupados de brindar este espacio a las nuevas generaciones.

En lo personal, ya canté en coros, ya estuve en consort de flautas, ensamblé obras de guitarra y que bueno saber que ahora puedo ir a un lugar a sentarme y ver como los adolescentes llevan las obras a estos espacios. Sigamos trabajando para ellos. Sigamos dando escenarios para la música antigua y que mejor con aquellos que ya están creciendo y ven en un instrumento musical, un medio de expresión y sensibilidad.

Gracias a todos.

Tú ¿ has ido a escuchar esta música en vivo?

Te recomiendo ir. No todo siempre tiene que tener velas. No todo siempre es pagado

Atte
Profe Esteban
@okmonsalve

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Soy Esteban Monsalve, profesor de música, director de coros y co-reador del podcast «Querido Diario Docente». Este es mi rincón digital donde comparto herramientas para enseñar música, anécdotas de mi vida como docente, y consejos para el bienestar de profesores.

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